Camino a la fama

Porque vosotros hábiles telespectadores que os habréis cansado de ver el típico anuncio de “la Primitiva” del pobre perrito Pancho al que la fama no tardará en causarle estragos y que estaba siempre sometido a los imperativos de “¡Pancho tráeme el periódico!”, “¡Pancho, ves al videoclub!”, “¡Pancho pon la lavadora!”… “¡Vamos! Lo propio de un perro” según el mismísimo dueño del can del anuncio. ¡Sí! Ese hombre entradito en carnes con cierta propensión a la estupidez y de cuya desgracia te alegrabas tanto cuando finalmente Pancho se largaba con los millones de la lotería y lo dejaba ahí sentadito en su sofá orejero con la foto de su desleal perrito entre las manos.
http://www.youtube.com/watch?v=BbLaK7fIBa4&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=67n0KqYE0aw

Si es que hay gente para todo…

Porque se que sois insaciables y porque sinceramente creo que Pancho es un burdo intento de súper perro que no tiene nada que hacer al lado de… chan chan chan… Neo!
Sí, mientras Pancho emplea su vida en servir a su amo hasta que se revela contra su sometimiento, Neo ( por si todavía no lo habéis deducido, mi perro) como autodidacta se cultiva en el hermoso arte de la música, tradición familiar que hoy aquí, por primera vez en medios virtuales… dejémoslo… por primera vez en todos los medios… os presento:

Neo la nueva promesa del rock!

A este Cavalier que desde su presencia en casa nos ha dejado tantos buenos momentos como éste que comparto con vosotros y que en estos momentos tengo sentado sobre mi regazo como de costumbre (porque a veces dudo de que nos hayan dado marmota por perro), me quejaría, sí, pero es invierno y sorprendentemente su cuerpecito es una gran fuente de calor, ¡el perro manta! ¡En breves lo veréis anunciado en Buenafuente, creedme! Bueno, consciente de mi incipiente delirio y no queriendo destruir la escasa reputación que haya podido fundar, os dejo y agradezco a mi madre el que ya tenga la cena hecha y tenga que dejar el ordenador sí o sí.

En definitiva por todos esos perros a los que todos hemos atribuido habilidades especiales y a los que hemos recurrido cuando no nos gustaba alguna comida o habíamos roto algo, gracias por vuestra incansable paciencia.

Espero que al menos os haya sacado una sonrisa mi entrada en estos días en los que todos nos arrepentimos de nuestra inconstancia.