El objetivo de la publicidad es persuadir al receptor de la imagen, video o sonido para que consuma el objeto anunciado, pero lamentablemente la publicidad se ha ido deformando y muchos con el afán de impactar al público caen en la vulgaridad y morbosidad.
Lo cierto es que con el bombardeo de imágenes al que estamos sometido continuamente, los publicistas no lo tienen fácil.
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